24 septiembre 2009

¿Qué es extrañar a México?

Cuando extraño a México se siente un pequeño hoyo en el pecho. Es como cuando quieres llorar pero no quieres que salgan lágrimas. Es como cuando recuerdas algo que te da tanta emoción, que sólo sientes cómo los ojos se van llenando de líquido lagrimoso. Es una nostalgia de lo que has vivido allá. Es como si quisieras abrazar algo que físicamente no existe. Yo quisiera abrazar a México como tal, físicamente a todo el país, pero obvio no se puede.

Extrañar a México es extrañar a los amigos, a la familia, al tráfico de cierta forma, a la radio, a los restaurantes que solía ir, a lo innumerables cafés para comentar que ha pasado con fulana o fulano. Extrañar a México es extrañar a la comida, los dulces de leche, los churros, la cajeta, el chocolate abuelita, los dulces que comía cuando era pequeña, la comida de mamá, la comida de los días de festejo como el 15 de septiembre, como un buen pozole o una deliciosa tinga de pollo, el mole poblano, el pastel favorito que prepara la tía, los frijoles refritos, a unas buenas enchiladas verdes después de una noche de juerga, o unos tacos de pastor después de tomar unas cervezas y antes de llegar a casa. Es extrañar las bebidas, como un agua de horchata, o de tamarindo, o una cerveza victoria. Es extrañar las frutas y los mercados, un jugoso melón, una mango desbordantemente dulce, una ciruela del color de un vino tinto. En fin, extrañar a México es extrañar los momentos cálidos que has vivido ahí. Es extrañar el abrazo de mamá, la sonrisa del amigo, los chismes de las amigas, el clima eternamente perfecto, los domingos o sábados familiares, los momentos con las hermanas y cuñados, las caritas de los nuevos integrantes de la familia creciendo, las travesuras de esas mismas personitas, las salidas a Coyoacán, a San Angel, o a alguna parte de México. Es extrañar su riqueza cultural y natural como las playas.

Los medios de comunicación sólo reportan cosas malas, cosas que llaman la atención para ser leídas, cosas que los títulos harán reaccionar a la gente; uno no encuentra artículos de las cosas buenas que pasan en México, no, no, por lo general son cosas malas. Y cuando las leo, después ando caminando con el cuerpo aquí, pero el pensamiento allá. Cuando leo esas noticias, mi corazón se hace pequeño y se entristece por las cosas que no puede yo modificar, cambiar o ayudar.

Así se siente extrañar a México.

Pero bueno, pronto estaré visitando esas hermosas tierras, y esa hermosa gente.


Sin más por el momento,

Alicia