22 marzo 2019
20 marzo 2019
16 marzo 2019
Estaba perdida.
24 septiembre 2009
¿Qué es extrañar a México?
Extrañar a México es extrañar a los amigos, a la familia, al tráfico de cierta forma, a la radio, a los restaurantes que solía ir, a lo innumerables cafés para comentar que ha pasado con fulana o fulano. Extrañar a México es extrañar a la comida, los dulces de leche, los churros, la cajeta, el chocolate abuelita, los dulces que comía cuando era pequeña, la comida de mamá, la comida de los días de festejo como el 15 de septiembre, como un buen pozole o una deliciosa tinga de pollo, el mole poblano, el pastel favorito que prepara la tía, los frijoles refritos, a unas buenas enchiladas verdes después de una noche de juerga, o unos tacos de pastor después de tomar unas cervezas y antes de llegar a casa. Es extrañar las bebidas, como un agua de horchata, o de tamarindo, o una cerveza victoria. Es extrañar las frutas y los mercados, un jugoso melón, una mango desbordantemente dulce, una ciruela del color de un vino tinto. En fin, extrañar a México es extrañar los momentos cálidos que has vivido ahí. Es extrañar el abrazo de mamá, la sonrisa del amigo, los chismes de las amigas, el clima eternamente perfecto, los domingos o sábados familiares, los momentos con las hermanas y cuñados, las caritas de los nuevos integrantes de la familia creciendo, las travesuras de esas mismas personitas, las salidas a Coyoacán, a San Angel, o a alguna parte de México. Es extrañar su riqueza cultural y natural como las playas.
Los medios de comunicación sólo reportan cosas malas, cosas que llaman la atención para ser leídas, cosas que los títulos harán reaccionar a la gente; uno no encuentra artículos de las cosas buenas que pasan en México, no, no, por lo general son cosas malas. Y cuando las leo, después ando caminando con el cuerpo aquí, pero el pensamiento allá. Cuando leo esas noticias, mi corazón se hace pequeño y se entristece por las cosas que no puede yo modificar, cambiar o ayudar.
Así se siente extrañar a México.
Pero bueno, pronto estaré visitando esas hermosas tierras, y esa hermosa gente.
Sin más por el momento,
Alicia
24 junio 2009
Encontrando o haciendo amigos
Cuando crecemos es fácil hacer amigos porque ves a las personas todos los días o muy seguido en los lugares de siempre. Por ejemplo los amigos de la escuela, de la universidad, del trabajo, del gimnasio, de la clase de pintura, etc. etc. Y lo que he visto hasta ahora es que mientras más joven es más fácil hacer amigos... al menos para en mi experiencia, dado mi personalidad. Claro, puedo estar muy equivocada, y a lo mejor la personalidad “amiguera” me dice que no, que en realidad es tan fácil como sentarse en el autobús y platicar con el de al lado. Así tenía yo una amiga. Platicaba con las piedras. Con cualquier persona que se le cruzara en frente. Tenía una excelente habilidad para entablar conversaciones. Pero eso es muy diferente a hacer amigos amigos. Y yo sé también que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de las manos, pero ya saben, amigos cercanos esos si hay muchos. Y lo que quiero decir es que no porque seas amable, simpático y tengas la habilidad de hablar con la gente, eso no significa que tengas muchos amigos o allegados. Amigos con los que puedas decir “vámonos de compras”, o “vámonos a caminar”, o “vámonos a tomar un café para platicar de eventos irrelevante”. Obvio todos esos amigos están en mi país, lejos de donde vivo ahora. He vivido fuera de mi país por 5 años. Y de esos 5 años he vivido en dos diferentes países donde no se habla el español. Por eso ha sido difícil hacer amigos cercanos, yo creo. Varias cosas afectan. No sólo el lenguaje, pero también la cultura, las costumbres, y a veces hasta el clima!!! Uno, o tal vez sólo yo, va haciendo rutinas, actividades fijas, y no siempre se ve a la misma gente. Y los conocidos que haces, ellos ya tienen sus actividades y amigos. Una vez conocí a una persona a quien invité a que conociera a mis amigos de la universidad y literal me dijo “ay no para qué? Yo ya tengo suficientes amigos, para qué me interesaría conocer a más?”. Me quedé bastante sorprendida con su respuesta. Qué triste pensar así! Pero ahí está, una personalidad diferente a la mía. A mí me encanta tener amigos, y conocer más y más personas. Luego, claro, no puedo atender a todos, pero esa es otra historia. Yo me imagino que nunca podría contestar como esa persona contestó, al contrario, casi siempre estaría dispuesta a conocer más personas.
En fin, hablando de culturas, es muy simpático ver como la gente con raíces greco-latinas son mucho mas cálidos y abiertos a una relación amistosa que los nórdicos. A lo mejor mi interpretación esta desviada por mis raíces, pero lo que sí he visto es que el afecto y la cercanía se demuestra mas en las culturas que tienen raíces latinas o griegas, ya saben… italianos, españoles, brasileños, hasta rumanos!!!
Últimamente he encontrado personas que las podría considerar amigos dentro de pronto, y eso me hace muy contenta. Una de ellas vivió en Argentina por 9 años, y habla perfecto español. Otra es rumana pero tiene muchos años que salió de su país y solo habla el mismo idioma de done vivo ahora. Así que solo nos comunicamos en esa lengua, pero aún así las ideas y sentimientos se transmiten. Y la última, es de Corea del Sur, y hablamos en inglés. Así que tengo tres próximas amigas cercanas y puedo escoger en qué idioma quiero expresarme!
Aún así, tengo mis mejores amigos, que por supuesto incluye a mi familia, lejos de aquí pero muy cerca de mi corazón y todo el tiempo en mis pensamientos. Y saber que están ahí... me dibuja una sonrisa en el rostro.
Sin más por el momento.
Alicia.
15 diciembre 2008
Por definir... Cual es el siguiente paso?!?!?!
Creo que el titulo del blog no pudo ser mejor. En mi vida ha habido muchos momentos en los que no se cual el siguiente paso a dar, y me quedo un rato pensando en que es lo que quiero hacer, porque estoy donde estoy, que he hecho y a donde quiero llegar. Si, si, lo sé, suena muy filosófico, pero en realidad no lo es. Alicia en el país de las maravillas tiene una frase que encaja perfecto aquí. Ella se pierde en el bosque y se encuentra con el gato rizón, a quien le pregunta qué camino debe de seguir, el gato le responde que eso depende a donde quiera ir, y ella solo contesta “a donde sea, solo quiero irme de aquí”, a lo que el gato contesta, “si no sabes a donde quieres ir, entonces no importa que camino tomes”.
A lo largo del tiempo me he dado cuenta que ese sentimiento aparece cuando no tengo una clara definición de lo que quiero, tengo y puedo. Por ejemplo, cuando no tenía claro cuáles eran las prioridades en mi vida, todo era importante, y todo era para ayer, y todos necesitaban de mi atención y yo quería estar al mismo tiempo con amigos, hermanas, primos, vecinos, novios, todo, y al mismo tiempo quería ser toda perfecta. OBVIO que no se puede, digo, se puede poco a poco, pero no todo a la vez.
Ahorita considero que he pasado varios “obstáculos” gracias a poder definir que es prioridad y que es lo que quiero hacer. Es muy fácil, facilísimo, dejarse llevar por el día a día y disfrutar cada día. Claro que se debe de hacer, disfrutar cada día, pero también si vamos por la vida con ese pretexto, llegaremos al final de la vida sin realmente vivido. No sé si me explico. Por el momento estoy estudiando una teoría que se llama “Optimal Control Theory”, que para los cuates es “Teoría del Óptimo control”, y una de las herramientas que usan se llama “Optimality Theory” o bien, “Teoría de la optimización”. Esa teoría dice algo como lo siguiente… si quieres ir del punto B al punto F, entonces la decisión que tomes en el punto B es la que resuelva tu problema inmediato, porque el camino del siguiente paso a F es óptimo. Entonces, no importa qué decisión tomes como primer paso, porque del siguiente paso a F, el camino tomado es optimo. La primera vez que lo leí fue muy confuso, lo confieso, pero el libro tiene la siguiente imagen:
Y bueno sin más.
Espero que encuentren esto interesante.
No-Filosóficamente…
Alicia